El conocimiento no se encuentra en las cartas

Labyrinth Tarot

Hay que entender que no es tan importante lo que se encuentre representado en las cartas, sino lo que somos capaces de ver en ellas. Por este motivo, podemos emplear como oráculo casi cualquier cosa. De ahí a que preocuparse por los orígenes del tarot y tratar de descubrir al supuesto tarot original, que contendría las claves esotéricas de la sabiduría, constituye una ilusión dañina al verdadero conocimiento del tarot como método adivinatorio y camino de autoconocimiento. Aquello que responde a nuestras preguntas, lo puede hacer a través de cualquier cosa, no se encuentra contenido en unas caricaturas pintadas en cartones. La baraja de póker no contiene ningún símbolo esotérico arquetípico que pueda impresionarnos, y puede convertise en un canal de comunicación con lo invisible tan eficaz como el mejor de los tarots. No confundan el marketing de los vendedores de espejitos de colores con la verdad del fenómeno oracular. Quien haya "restaurado" un mazo de tarot, tratará de convencer a sus posibles compradores de que el suyo es el más verdadero, el que mejor respeta los principios del original, pero sólo es una construcción propia creada a partir de la comprensión que haya alcanzado tener del tarot. Claro, si alguien vende un tarot que creó hace dos años y otro vende uno, que supuestamente lo crearon unos sabios egipcios, el segundo será comprado por mayor número de personas debido a que se encuentra instalada la idea de que mientras más antiguo mejor. Sólo podemos afirmar una cosa, hay medios oraculares más efectivos que otros, mazos de cartas que responden mejor. Lo hacen porque sus imágenes y símbolos son más efectivos a la hora de combinarse con las otras cartas para expresar un mensaje. La dirección de las miradas de los personajes, la posición de los objetos, etc. Un tarot donde todos los reyes miraran hacia el mismo lado no permitiría que se desarrollara una comunicación eficaz entre ellos. Morgan-Greer tiene un predominio de personajes mirando hacia la izquierda, lo que dificulta su lectura, salvo que se empleen inversiones. Le mostré hace unos días a un amigo un mazo de póker nuevo muy bonito, le encantó, pero sin tardar me respondió que nunca lo emplearía como oráculo porque todos los personajes miraban al frente, lo que imposibilitaba seguir la dirección de las miradas. Sabiendo que hay tarots mejores que otros, podemos aislar aquello que los hace mejores y fomentarlo en un nuevo tarot. Steampunk es un tarot que me encanta, pero con un predominio de la energía femenina que termina dificultando la lectura por culpa del desequilibrio entre los personajes femeninos y los masculinos. Todos estos son elementos que nos ayudan a entender los elementos eficaces de las cosas y aprovecharlas en una ingenieria que nos permita diseñar mejores instrumentos. Mientras creaba oráculos, el uso me permitía corregirlos para que respondieran mejor aquello sobre lo que quería enterarme. Así que lo más antiguo no es necesariamente lo mejor.

Por lo tanto, deben recordar esto: no hay que buscar al tarot original o más verdadero, hay que buscar el tarot que mejor responda a nuestras preguntas, da lo mismo si fue creado hace un millón de años o hace dos días. Recuerden que el conocimiento no se encuentra en las cartas, todo sistema adivinatorio opera a través de dos componentes complementarios: el primero consiste en que hay algo, que llamo lo invisible y que posee el conocimiento de las cosas, tanto del pasado, como del presente, como del futuro, y que responde a nuestras preguntas a través de cualquier medio que opere como un lenguaje simbólico; segundo, se comunica a través del principio de analogía, y lo que buscamos en un lenguaje simbólico para su mayor efectividad, es que posea la capacidad de representar analógicamente el mayor número de situaciones posibles. No hay un tarot verdadero del que surgieran las versiones posteriores, y si lo hubiera da lo mismo, esa es una ilusión alimentada para generar un marketing de ventas más efectivo. Claro, sí es cierto que a veces algunos mazos antiguos nos gustan más, poseen una personalidad propia que nos provoca un verdadero placer estético al emplearlos, pero esa preferencia estética será un componente agregado a la efectividad durante el uso de los mismos. Muchos tarots me encantan, pero a la hora de emplearlos noto sus carencias, lo que me lleva a abandonarlos.

También existe la creencia que el tarot debió ser creado específicamente para la adivinación, por lo bien que se comporta en ello, y que si hubiera sido creado sólo para el juego no operaría tan bien. Cualquiera de las barajas de juego desmienten esta suposición. Podemos emplear cualquier cosa, muchos deben conocer ese sistema que emplea objetos varios para crear un oráculo, muñequitos, llaveros, figuritas, etc., que simplemente se lanzan sobre una superficie para luego leerlos en función de la posición que adoptan unos con otros, creándose así, una historia que, por analogía representa la situación del consultante. Si podemos emplear un conjunto de objetos varios, podemos emplear cualquier cosa.

En fin, creo que la fantasía de encontrar al tarot original madre o padre de todos los posteriores, se destruye completamente al encontrarnos con un mazo de póker, que no contiene nada y, sin embargo, resulta ser un oráculo excelente, porque aquello que habla a través de las cartas, puede hacerlo a través de cualquier cosa. Desde las vísceras de los animales, el vuelo de los pájaros, el movimiento de la llama de una vela, en los residuos que quedan luego de consumirse, etc. Lo invisible puede expresarse a través de cualquier medio, sólo requiere del medio un contenido simbólico lo bastante variado como para representar el mayor número de situaciones posibles. Kipper me encanta, pero hay que reconocer que es un lenguaje diseñado para responder un tipo específico de consultas. Teóricamente un oráculo podría responder a cualquier pregunta, y lo hace, pero no siempre resulta fácil leerlos cuando son pobres simbólicamente.