En las espadas no se encuentra representado el intelecto

Tarot de Marsella CBD de Yoav Ben-dov

El intelecto o el pensamiento no se encuentra representado en un palo, cada palo tiene un tipo de pensamiento acorde a su objeto. El objeto que define al palo define un tipo de pensamiento o sentimiento acorde al mismo. Estoy adelantando que el palo de copas tampoco define a las emociones y sentimientos, define un tipo muy particular de sentimientos asociados a las copas.

Los arcanos mayores no dan grandes problemas pues representan alegorías que cualquiera puede entender, pero los arcanos menores numerados sí debido a que implica tomar una decisión  a la hora de emplearlos en las lecturas. Las imágenes que contienen pueden no decir mucho a quien las vea por primera vez. Ven que cada palo representa un objeto y cada carta contiene el número de objetos que la carta representa. Un cinco de copas tendrá 5 copas, un 7 de espadas tendrá 7 espadas. También aparecen unas ramificaciones a veces con floraciones en torno a los objetos. La decisión a tomar a la hora de emplear el tarot de Marsella como herramienta adivinatoria es el de cómo leer los arcanos menores numerados. A grandes rasgos existen dos grandes caminos: codificar las cartas con significados elegidos de forma arbitraria o con alguna lógica, o no codificarlos aprovechando las claves pictóricas que contienen para la lectura, porque la disposición geométrica de los objetos, el tamaño, los colores, las floraciones, etc., poseen claves de lectura que pueden ser aprovechadas.

La codificación muchas veces implica que otros sistemas simbólicos se introduzcan con calzador en el tarot. Se ha hecho con la Cábala, la Astrología, la psicología junguiana, y muchas cosas más. El gran problema aquí es que para leer el tarot habría que aprender antes otros sistemas adivinatorios. Verdaderamente no se necesita hacer esto, el tarot se basta a sí mismo.

El segundo enfoque es el que poco a poco se ha ido diferenciando. Alguien se dio cuenta hace algunas décadas de que el tarot se bastaba a sí mismo y que no se necesitaba agregarle nada desde fuera para su lectura. Pero para ello sí se necesitaba de algo y es de la capacidad para mirar las imágenes, especialmente en las lecturas. Porque existen algunos libros que enseñan a mirar las cartas una a una y a deducir significados (que luego, desgraciadamente se fijarán), pero una carta en forma aislada no dice mucho, especialmente los menores numerados. Cada vez que escucho a alguien contando lo que dice ver en una carta recuerdo el libro de donde ha sacado el texto. Palabra por palabra, pero quien dice ver no se percata que está recordando lo que leyó.

Si elegimos la opción de guiarnos por lo que vemos debemos ser fieles a este camino y no mezclarlo con el de la codificación. Cae en esta tentación quien no posee realmente capacidad para ver, por lo que acude a muletillas para no quedar en blanco en una lectura cara a cara. Fácilmente se reconoce a estos lectores pues terminan leyendo sólo con mayores.

Pero si elegimos no codificar, debemos atenernos a lo que vemos. Son cuatro series de objetos: monedas, copas, bastos, espadas. Cada objeto representa un área de nuestra vida fácilmente identificable, salvo con los bastos que generan alguna confusión. Las monedas representan el área del dinero, la economía, los recursos, la especulación financiera, los comerciantes, bancarios, etc. Todo aquello que gira en torno al dinero. Las copas revelan todo aquello relacionado con el empleo de este objeto, ¿cuándo empleamos copas? Cuando festejamos con amigos, familiares, comemos, en eventos religiosos también se emplean, la historia del Santo Grial puede asociarse a las copas, etc. Con los bastos no es tan fácil entender qué representan, el as contiene una rama con brotes y se empuña con una mano. Representa la energía para luchar, pero existe una diferencia entre los bastos y las espadas. Mientras que las espadas se emplean para cortar y matar en las luchas y son instrumentos construidos para ello, los bastos representan las luchas más inconscientes, es la energía para imponernos, para lanzarnos a un emprendimiento, para competir en los deportes, para luchar para alcanzar nuestros objetivos, pero a diferencia de las espadas, no buscamos eliminar a nadie. La lucha en el campo de los bastos no es equivalente con la lucha en el campo de las espadas. Con los bastos luchamos con nuestros competidores, con los obstáculos que se nos aparecen en la vida para realizar las cosas. Pero en el campo de las espadas nos enfrentamos a enemigos que representan un peligro para nosotros o que abiertamente se han convertido en enemigos. Ya no son competidores, son enemigos peligrosos para nosotros. Claro, a veces cuesta encontrar el elemento de diferenciación debido a que nos pueden aparecer espadas con personas que no queremos matar, pero que nos generan dolor. Un vínculo que genere dolor puede pasar al campo de las espadas. Por eso, un vínculo de amor puede oscilar entre las copas y las espadas. Eso no quiere decir que esos amantes se quieran matar (a veces sí), posiblemente el dolor se deba a que se sienten traicionados de alguna manera, y cuando aparece la traición se pasa al campo de las espadas. En un entorno laboral la competencia sana se encuentra en el campo de los bastos, pero si alguno hace trampas se puede entrar en el campo de las espadas.

Si cada objeto define el área que representa, en las espadas encontramos las luchas armadas con enemigos declarados. En los bastos las luchas para imponernos en el mundo, para llevar adelante emprendimientos de todo tipo, también la energía sexual. En las copas los festejos y las actividades placenteras y por extensión a los rituales religiosos debido a que en éstos se emplean copas, y por supuesto, todo lo asociado al amor. Los oros a todo lo asociado con el dinero. Como podemos ver cada palo posee un tipo de pensamiento, éste no se asocia sólo con las espadas. El pensamiento estratégico-militar para vencer a nuestros enemigos se encuentra en las espadas, también el asociado a la justicia y con todo aquello que emplee elementos cortantes, como ocurre con los cirujanos. El pensamiento necesario para llevar adelante proyectos, emprendimientos, construir cosas, etc., se encuentra en los bastos. El pensamiento especulativo-financiero se encuentra en los oros. Los economistas, banqueros, comerciantes, etc., están representados aquí. En las copas se da un pensamiento asociado a las artes, la poesía, la alta cocina, desarrollo de medicamentos, los festejos y la planificación que demandan, etc. Cada objeto tendrá un tipo de pensamiento acorde, y un conjunto de sentimientos y emociones acordes al mismo. Porque se atribuía el sentimiento a las copas, pero cada objeto tiene sentimientos asociados. En un extremo tenemos a las copas con los sentimientos más placenteros y en el otro a las espadas con los sentimientos más dolorosos. Pero cada palo tiene los suyos.

¿De donde ha nacido el equívoco? De la asociación de los 4 elementos (aire, agua, tierra, fuego) a los palos. Porque a pesar de haber elegido la opción de no traer al tarot otros sistemas simbólicos, el de los 4 elementos tradicionales se ha colado. Al colarse se ha visto la necesidad de asociar cada elemento a un palo, y al hacerlo el pensamiento quedó en el elemento aire asociado a las espadas, los sentimientos asociados al elemento agua que corresponderían a las copas, etc.

Algo impide llevar este camino al extremo y abandonar completamente la tentación de colocar en los pips cosas que no están ahí. Enrique Enríquez ha dicho que le gusta ver a los bastos como tubos de un órgano tocando una melodía, con cada nuevo basto se agrega un nuevo tubo a la melodía. Yoav Ben-dov ve caminos. No, no son tubos ni caminos, son bastos. En el 2 de bastos no tenemos dos caminos ni dos tubos, tenemos dos bastos chocando en el centro, como ocurre con dos bastones de Bo (arte de combate japonés con bastones). En el 2 de bastos dos palos chocan en el centro. Pero además, cuando se estudia el comportamiento de las cartas durante una tirada, se ve que ese 2 de bastos habla de una lucha, una oposición de algún tipo entre dos elementos, sin llegar al nivel de las espadas, claro. En el 2 de espadas se da un conflicto intenso entre dos elementos, un duelo de dos espadas.

Cada vez que un autor apela a convertir uno de los objetos en otro para simplificar su entendimiento traiciona el espíritu del tarot de Marsella. Porque para convertir a los bastos en tubos o caminos, mejor se diseña un tarot con estos símbolos y punto. Si desechamos el Rider porque sus imágenes nos distraen y le quita flexibilidad al lenguaje del tarot para las lecturas, no podemos hacer la trampa de convertir un objeto en otro para sortear la dificultad para entender qué significa. Porque es lo que se esconde tras esta trampa. Convertir a los bastos en tubos de un órgano musical implica no entender qué es un basto como objeto. Convertirlos en caminos es lo mismo. Si el motivo fuera facilitar su lectura no facilita nada a mi modo de ver, porque estos objetos que pueden corresponder a la forma alargada del basto, no tienen nada que ver con la naturaleza del mismo. También se han visto a las monedas como células, no, son monedas. En alguna tirada pueden representar células, pero ese es un significado particular ante un tipo de pregunta, no puede generalizarse ese significado para facilitar su lectura.

Aunque el tarot se lea por analogía con las situaciones representadas en las preguntas, no podemos alejarnos demasiado del significado real del objeto, porque sino, en lugar de leer estaríamos proyectando.

Si elegimos el camino de la codificación todo vale, hasta no respetar la lógica del sentido del símbolo. Pero si elegimos el camino de atenernos al tarot y sus imágenes, debemos ser fieles a este camino. Si elegimos este camino dispondremos de dos fuentes a la hora de entender cada carta: las imágenes y el comportamiento de las cartas en las tiradas. Este camino no se menciona nunca y es uno de los más importantes a la hora de entender el tarot.

Si existen patrones que podemos emplear a la hora de comprender a los menores numerados, basta con colocarlos en hilera y veremos que representan series numéricas que van del 1 al 10, y que 10 es más que uno, así como 7 es más que 4. Si en una tirada los elementos de un palo van en aumento, la intensidad de ese objeto también. Si hay aumento de monedas habrá aumento de aquello de lo que se pregunta, por ejemplo un aumento de sueldo. Si las espadas decrecen habrá un decrecimiento de la intensidad de los conflictos. También podemos notar (especialmente durante las tiradas que es cuando el comportamiento de las cartas nos revelan sus significados) que las cartas pares son pasivas y las impares son activas, etc. Podemos ver muchas cosas sin necesidad de agregar elementos simbólicos externos para facilitar su lectura. Especialmente evitar convertir un objeto en otro que sea más fácil de entender, porque para caer en esta práctica mejor que se diseñe un tarot donde se haya sustituido el objeto original por el sustituto.

Las espadas representan el conflicto declarado, las luchas encarnizadas, no el pensamiento en general. Sí un tipo de pensamiento que corresponde con la naturaleza del palo, así como un conjunto de sentimientos y emociones asociadas al palo.

En una tirada en particular un objeto por analogía puede convertirse en otro objeto, pero sólo en esa tirada, no puede tomarse esa conversión como la esencia del objeto y a partir de ahí leerlo con ese significado siempre.