¿Existen los ángeles?

 

Lenormand Dondorf

En el oráculo Kipper tenemos la carta del Ladrón, una carta con un comportamiento molesto debido a que aparece con demasiada frecuencia, pero las personas no sufren robos todos los días, sufrir un robo es algo inusual y poco frecuente. Si las personas no sufren robos con frecuencia, ¿por qué aparece esta carta? He dicho que los oráculos primero responden literalmente cuando aquello por lo que se pregunta se encuentra representado, si no lo está, el oráculo se servirá de la analogía para responder. De ahí a que el diseño de un oráculo debe llevarse a cabo con mucho cuidado de ilustrar las cosas más generales que pueden ocurrirnos. Si tuviera representado un fantasma en una carta y los fantasmas no existieran, la carta igual aparecería, pero al no tener sentido la representación de algo que no existe hablará por analogía. Cada vez que apareciera esa carta, no hablaría de fantasmas, sino de un equivalente analógico. Si preguntará igualmente si hay fantasmas en una residencia, la aparición de esta carta no daría un sí, sino que hablaría de la fenomenología que nos induce a creer que pudieran existir en esa finca. Entonces, si en un departamento ocurrieran fenómenos inusuales, como ruidos, objetos que parece que se han movido de lugar, extravío de otros, etc., la carta se referiría a éstos con la carta del fantasma, pero que lo haga no representaría que los fantasmas existieran. Aquello sobre lo cual no puede comprobarse su existencia, no se demostraría la misma a través de la carta de un oráculo que lo tuviera representado apareciendo en una tirada. De la misma forma que la aparición del Ladrón en Kipper no hablaría de un robo real, la aparición de la carta del Fantasma no diría que existe uno.

¿A dónde quiero llegar con esto? En los grupos de cartomancia se habla con frecuencia de los trabajos de brujería, muchos creen en estas cosas. En el tarot tres cartas se han codificado para representar a los trabajos de brujería: el Mago, el Diablo y puede que la Luna. Entonces, si alguien pregunta si le hicieron algún trabajo y aparecen estas cartas responderían con un sí. Pero el tarot responde con estas cartas porque la persona se encuentra envuelta en un clima emocional dañino, posiblemente proveniente del entorno, pero no quiere decir que le hayan hecho algo o, si se lo hicieron que vaya a funcionar. El miedo actúa como un veneno que enferma el alma de las personas y, esto puede confundirse con estar recibiendo un maleficio. Por este motivo jamás hago este tipo de preguntas, porque no tienen sentido y no hay manera de verificar que estas cosas sean operativas.

Lo mismo ocurre con el Karma, por más que aparezca la Justicia jamás mencionaría el Karma porque es incomprobable su existencia. Es cierto que en el mundo de lo esotérico la gente puede creer en cualquier cosa, pero para quien busque la verdad, hay que mantener protocolos más estrictos de verificación.

Pero ahora viene lo qué, supongo, están esperando dado el título del artículo. No recuerdo en este momento qué me llevó a pensar en los ángeles, algo que leí, un comentario que escuché, pero algo me hizo recordar al ángel de La Templanza y al del Juicio, como representando al Ángel de la Guarda. Creo recordar que alguien preguntó si su Ángel de la Guarda lo protegía, y tomaba a estos ángeles del tarot como un sí. Nuevamente, su aparición no daría un sí si no existieran.

Pero hoy se me ocurrió algo: si quisiera indagar sobre algo de lo que no pudiera comprobar su existencia, ¿cómo lo haría empleando un oráculo? Ya sé que la representación de aquello que no puedo comprobar no bastaría con aparecer en una tirada para dar un sí, ¿entonces cómo proceder?

Un oráculo jamás podría demostrar la existencia de algo que no exista, porque en esencia responde por analogía, la fenomenología que apunta hacia la existencia de algo es un hecho verificable, pero aquello que nos induce a pensar puede no ser correcto. Una persona puede estar asustada y generando los fenómenos asociados a un maleficio, más si cree que se lo han hecho, pero esto no demuestra que se lo hayan hecho.

Entonces, si quiero indagar sobre algo que no puedo verificar, una forma de proceder podría ser el empleo de un oráculo que no tenga representado aquello por lo que pregunto. Si quiero indagar sobre la existencia de los ángeles, como el tarot contiene ángeles representados en algunas cartas, no convendría emplearlo. Pero el Lenormand no contiene ángeles, ¿podría responder?

Veamos en qué consiste la fenomenología asociada a los ángeles. Los ángeles son mensajeros, nos traen mensajes de alguna fuente celestial, quienes creen en guías espirituales, se comunican con éstos de forma parecida a cómo los ángeles se comunicarían con nosotros. A través de mensajes recibidos por varios canales, uno de los más frecuentes es a través de "ideas" que nos llegan como ocurrencias y, sentimos que no provienen de nosotros. Nos hacemos una pregunta, puede que meditemos en ésta, que esperemos alguna señal, luego de un tiempo en el tejido de nuestros pensamientos se introduce una idea que llega desde algún lado conteniendo la respuesta. Si los ángeles o los guías espirituales existieran, este sería un medio frecuente de comunicación.

Veamos las cartas, un parloteo de Pájaros que puede asociarse con el parloteo mental habitual, unas Nubes de confusión, un momento donde algo ocurre relacionado con la respuesta esperada llega desde un espacio de confusión, Caminos podría hablar de la respuesta que nos llega, generalmente la solución a nuestros problemas persistentes consiste en un cambio de rumbo que no hacemos hasta que algo nos sugiere hacerlo, a veces, sin embargo, la idea del cambio de rumbo es novedosa, nunca se nos había ocurrido antes. Nos comprometemos con esa idea y reconocemos que un ente superior nos trajo la respuesta.

¿Existen los ángeles? No lo sé, las cartas no pueden confirmarlo, pero sí hablar de la fenomenología que les atribuimos. El proceso descrito por esas cartas lo hemos vivido muchas veces.