Cómo será la respuesta del público al nuevo Lenormand de Robert Place con motivos japoneses

Robert Place no deja de crear mazos con un estilo muy propio, que dificulta distinguirlos unos de otros. De cualquier manera, tiene sus fans, aunque no conozco a nadie que lea con sus mazos. No pretendo descalificar su arte, pero en lo personal se aleja demasiado de las cubiertas tradicionales como para intentar emplearlas. Sus agregados simbólicos, que deben tener su valor, corren por el carril de la alquimia, y para leerlos se hace necesario conocerla en la versión de Place, porque sospecho que él tiene un entendimiento muy personal de la misma. Puedo entender a grandes rasgos sus imágenes, pero mucha simbología se me escapa. Es cierto que sus mazos vienen acompañados de libros explicativos, pero como que no me llegan las ganas para incursionar en el conocimiento de la alquimia. Conocimiento que nace de reconstrucciones y suposiciones, que no llegan a convencerme. Siempre que un mazo demande del estudio de un sistema simbólico paralelo, deja de interesarme. Pero que a mí no me interese no le resta valor y otros pueden apreciarlo. Pero ahora nos encontramos en el terreno del Lenormand, cuyo mayor peligro en las nuevas versiones es el de agregarles elementos simbólicos que opaquen la simplicidad de su simbología. Por ejemplo, en una versión de Ciro Marchetti cambió la carta del Jinete por un caballito de carrusel, lo que cambia completamente la idea de la carta original. Un Jinete en el mazo Lenormand trae algo consigo, puede ser una noticia, un paquete, cualquier cosa, pero un carrusel simplemente gira y gira y los caballitos llevan niños para su divertimento, pero no llegan a parte alguna. La idea original fue castrada, como acostumbra hacer Ciro con las cartas de muchos mazos que, por agregarle algo original mata la idea que la carta debería representar. Creo que el único acierto indiscutible de Ciro fue con su Kipper, pero hasta con la carta de Los altos Honores metió la pata al colocar unos cañones. La idea no es mala, esos cañones representarían las salvas que se emplean en los funerales de héroes de guerra, pero la carta confunde y parecen cañones de guerra. En fin, con las adaptaciones se encuentra siempre el peligro de matar las ideas asociadas a las cartas, y la tradición es importante en la cartomancia, porque es la que nos permite intercambiar experiencias.

Volviendo al UKJYO-E Lenormand de Robert Place, ¿será aceptado por el público? Personalmente no pienso usarlo, no me gustan las adaptaciones de mazos a culturas distintas de las originales, no creo en un tarot japonés o egipcio, esa coreografía no le aporta valor simbólico a las cartas. Sin embargo, hay gente que sí aprecia estas adaptaciones. Decidí preguntarle al propio mazo de Place sobre la respuesta que tendrá del público Lenormand.

Lenormand UKJYO-E de Robert Place
La línea de cinco cartas comienza con el Sol, y nos dice Place acerca de esta carta: “Amaterasu es la diosa del sol y el principio Shinto Kami. Se creía que el emperador era su descendiente. Su collar está hecho de mano. Cuentas de piedra talladas llamadas magatama, un diseño tradicional que se deriva del período Jomon más antiguo (1.000 aC).” La verdad que tratar de entender lo que ha escrito me demandaría estudiar un poco más la cultura japonesa, cosa que no me interesa en lo más mínimo, así que lo leeré como el Sol tradicional en Lenormand. Esta carta tiene una buena energía, así que el mazo no pasará desapercibido, especialmente por las mujeres, ya que la segunda carta es la Dama. Creo que Lenormand posee una energía femenina y es mayoritariamente empleado por las chicas, con el tarot de Marsella no ocurre eso, de ahí que los grandes autores dedicados a este mazo sean hombres. La carta central es la Luna y Place escribe al respecto: “Kannon es el bodhisattva conocido como Quan Yin en chino y la Diosa de la Misericordia en inglés. Ella es la más querida de las deidades budistas, y tiene poderes milagrosos para ayudar a todos aquellos que la atraen. Ella también está asociada con la luna y el parto.” Nuevamente paso de la cultura china y de la japonesa, ni en un millón de años estudiaré estas culturas para leer el Lenormand. Es que ni siquiera siento que estas adaptaciones le aporten algo a la cartomancia con el Lenormand. De cualquier manera, la Luna es una buena carta, una carta de reconocimiento, y estimo que algunas mujeres se enfocarán en este mazo y lo estudiarán, tal como muestra la cuarta carta, el Libro. Pero al final nos encontramos con las Nubes espejando al Sol. Un mazo novedoso para quien esté interesado en la cultura japonesa, pero con asociaciones discutibles, lo que llevará a los interesados en dudar de su eficacia. Quien se dedique al Lenormand como mazo principal de lectura, no aceptará estas novedades que no aportan claridad a las lecturas y sí, mucha confusión simbólica.

Creo que será un mazo novedoso que algunos coleccionistas comprarán, pero que luego dejarán reposar en sus cofres de viejos mazos. Creo que yo no volveré a emplearlo, salvo para algún experimento o juego.

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