Intuición, inteligencia y creatividad

Tres conceptos asociados a los procesos cognitivos, pero con una autonomía tal que permite tratarlos por separado, aunque en un individuo actúan coordinados.

Comencemos con el de “inteligencia”, ya que aparentemente es el concepto mejor comprendido, y en el mundo de la cartomancia el más despreciado. La Inteligencia Artificial (IA) puede darnos una idea del motivo por el que es despreciado en el mundo esotérico, porque resulta ser el menos mágico de los conceptos. Una máquina puede pensar si se le proporcionan los criterios a partir de los cuales hacerlo. Hay algo mecánico o procesal en la idea de inteligencia. Un software de ajedrez resuelve problemas muy parecido a como lo hace el cerebro humano. Lo hace a partir de un árbol de decisiones, evaluando todas las opciones posibles. Sin embargo, los primeros programas actuaban a través de lo que se conocía como “fuerza bruta”, o sea que analizaban todas las movidas posibles, pero ello llevaba a que la profundidad de pensamiento medida en la cantidad de movidas evaluadas a futuro, no fuera mucha debido a que el crecimiento de posibilidades a evaluar crecía exponencialmente. Los hombres no usamos fuerza bruta en nuestro pensamiento estratégico debido a que si lo hiciéramos tampoco podríamos avanzar mucho, consideramos sólo algunas de las opciones posibles, lo hacemos gracias a que podamos el árbol de decisiones a partir de criterios fruto de la experiencia. Por ejemplo, un jugador de ajedrez no analiza todas las opciones a su disposición debido a que tiene el tiempo en contra, debe elegir algunas y realizar los cálculos sólo para éstas. Bueno, los programas actuales de ajedrez hacen lo mismo al día de hoy, los más poderosos son aquellos que han sido diseñados con los mejores criterios de poda del árbol de decisiones. Ahora bien, ¿cómo desarrollamos los criterios de poda? Ahí es donde la experiencia entra en juego a través del condicionamiento: evaluamos sólo las opciones que alguna vez nos dieron resultado y evitamos aquellas donde hemos fracasado. El problema aquí es que algo puede haber funcionado en el pasado para una situación que podía ser similar pero no funcionar para la situación actual. Este puede ser un sesgo de error muy poderoso, lo vemos en personas que insisten en resolver un problema con una estrategia que no les funcionó alguna vez pero que ahora no les funciona, pero insisten e insisten con lo mismo por culpa del condicionamiento. De cualquier manera, cualquiera puede comprender la forma en la que actúa la inteligencia, lo que le quita atractivo mágico. Con la intuición y la creatividad la cosa cambia. La gente tiende a encandilarse con lo que no entiende, debemos recordarlo, pues muchos emplean este sesgo para aprovecharse de éstas personas.

¿En qué consiste la intuición? Posiblemente un diccionario nos diga algo como: obtener un conocimiento directamente de forma instantánea a través de medios no sensoriales. Por lo tanto, lo primero que se piensa en este caso es en lo parapsicológico, pero no, tiene una explicación más terrenal y menos esotérica. La intuición consiste en descubrir que A, B y C, que se creía que no estaban relacionadas, lo están y la intuición es ese momento de comprensión donde se descubre cómo lo están. Cuando realizamos una lectura de cartas, muchas veces descubrimos que detalles de las mismas, que siempre vimos como independientes, de repente se unen para proporcionar un mensaje que responde a la pregunta. Posiblemente sea lo que Enríquez llama “rimas visuales”. La psicología de la Gestalt diría que simplemente hemos captado una gestalt o forma diferenciándose de un fondo indiferenciado, emergiendo con claridad, el conocido ¡Ahá! o proceso del “darse cuenta”. ¿Cómo nos damos cuenta de que elementos que no parecía que tuvieran relación, forman parte de un todo organizado? La respuesta es sencilla: este es un proceso inconsciente. Así como el aparato digestivo digiere los alimentos y los asimila sin que nos demos cuenta de cómo lo hace, el cerebro piensa y resuelve problemas por sí solo. A veces podemos creer que tenemos el control del proceso y que dirigimos el pensamiento, pero en la mayoría de los casos el proceso es inconsciente y depende de nuestra experiencia. En mi juventud fui un gran matemático y cuando me preguntaban cómo resolvía los problemas, mi respuesta generalmente era que no lo sabía, las ideas comenzaban a llegarme, las cosas se relacionaban entre sí y de repente emergía la solución. No hay nada mágico aquí, lo único que ocurre es que nuestro pensar es, en su mayor parte inconsciente. Eso sí, depende de la experiencia, no hay intuición sin experiencia de fondo. El pretender enseñar a leer las cartas a partir de la intuición, es un contrasentido, debido a que sin experiencia no descubriremos cómo se encuentran relacionados elementos visuales y simbólicos que parecían no estarlo. Es cierto que descubrir entre un montón de elementos visuales y simbólicos que cinco de ellos están relacionados, parece un milagro, pero no lo es, es el resultado de millones de años de evolución.

Y ¿qué pasa con la creatividad? Una definición de creatividad podría consistir en el proceso mediante el cual se encuentra una solución novedosa a un problema, o se encuentra una nueva manera de hacer algo o de concebirlo. Parecería que une intuición e inteligencia, pero se distingue de ambas. Una máquina puede pensar y también intuir, porque la IA no sólo puede aprender, sino que puede captar patrones, porque en eso consiste la intuición: en captar patrones. (La intuición cartomántica consiste en captar patrones analógicos en las cartas con respecto a una situación sobre la que se está indagando) Pero en la creatividad se une un factor extremadamente importante: la emoción como factor aglutinante y motor de la acción. La creatividad depende de una intensa emoción que la anima y de la capacidad para "imaginar" distintos escenarios. La imaginación consiste en una facultad muy poderosa, descuidada en los debates esotéricos centrados en el concepto de intuición.

Antiguamente se creía que la inteligencia, o la inteligencia que medían los test de coeficiente intelectual podían predecir el éxito futuro de una persona, pero se descubrió bien pronto que no era así. Personas con una inteligencia muy desarrollada no necesariamente lograban encajar en el mundo.  En el mundo del arte predomina la creatividad sobre la inteligencia, y también podemos descubrir que los artistas no siempre logran encajar en el mundo. Esto muestra dos cosas: la independencia de los procesos, y que ninguno por sí mismo garantiza el que una persona logre encajar en el mundo. Para que alguien logre encajar en el mundo y triunfar, se necesita que los tres procesos mencionados interactúen coordinadamente, si sólo uno predomina puede que la persona tenga problemas. El ingenio del ingeniero depende más de la creatividad y de la intuición que de la inteligencia.

En la evolución filogenética de la especie humana, la inteligencia abstracta es la adquisición más reciente y corresponde al neocórtex. La creatividad y la intuición dependen de procesos más primitivos. Pero ¿en qué consiste la creatividad? La inteligencia podría entenderse como un proceso de cálculo y toma de decisiones a partir de criterios preestablecidos, la intuición captar que A, B y C se encuentran unidos en un patrón entendible, y la creatividad consiste en crear una nueva forma de concebir algo, puede ser una idea, un proceso, etc. Sin embargo, mientras que puede darse la inteligencia y la intuición, sin emoción, como ocurre con la IA, la creatividad depende mucho de la emoción como fuerza impulsora para lograr la síntesis. Lo vemos en el arte, ya que la creatividad se encuentra subordinada a la expresión. La emoción mueve al mundo, no la inteligencia, como ya sabemos.

Para que se dé la creatividad se requiere de emociones intensas que nos impulsen a resolver un problema, puede ser la necesidad, el amor, el odio, la ambición, el dolor, etc. Es cierto que podemos encontrarnos con creativos donde la necesidad parece que no los moviliza, sin embargo, en términos generales la creatividad dependerá de fuertes emociones vehiculizadas en alguna dirección. Para tener una ocurrencia no se requiere de mucha emoción, pero para componer una obra de arte sí. También para inventar un nuevo dispositivo que resuelva algún problema. Porque generalmente la creatividad se da luego de estar trabajando en torno a un problema durante mucho tiempo, hasta que un día irrumpe en nuestra conciencia la solución completamente formada.

Posiblemente tras la creatividad se encuentren involucrados los procesos curativos del cuerpo humano. Por este motivo es que el dolor más profundo es el que se encuentra tras las grandes obras artísticas trágicas de la Humanidad, al menos en los últimos siglos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La pirámide invertida

Miren qué fácil se leen los pips

Los Enamorados representan a los enamorados y no a la Elección

El miedo al movimiento

Cómo incluir a todas esas personas importantes de tu vida en un Gran Tablero

Futuro de Donald Trump

Entre el símbolo y la forma

¿Cuál es mi vocación?

¿Meta me expía?

¿Algún día la IA cobrará conciencia?