La Rueda de la Fortuna

CBD Marsella
A veces es necesario volver a los orígenes, a lo básico, en la comprensión de las cartas. Curiosamente este volver a lo básico se da con el paso del tiempo y la experiencia. La experiencia prepara el ojo de nuestra mente para poder ver la esencia de las cosas. Hoy deseo escribir sobre la Rueda de la Fortuna, pues representa el núcleo de nuestra práctica. En definitiva, somos lectores de la buena fortuna. Y no hay nada de malo con ello, aunque con el paso del tiempo el rol del lector de cartas se fue desdibujando de su misión principal para orientarse más a proveer autoconocimiento y psicoterapia de oído. Posiblemente no haya mala intención en esto, y quienes se hayan apartado del camino de la adivinación por el de la asesoría psicológica, lo hagan creídos que es correcto hacerlo. De cualquier manera, quien necesite consejo psicológico no irá a ver a un lector de cartas, quienes nos visitan vienen por un motivo: saber si la buena fortuna los acompañará para alcanzar aquello que anhelan. Lo hacen porque intuyen que el componente suerte es determinante en sus vidas. Cansados de sufrir quieren saber si la Diosa Fortuna los acompañará un poco en su futuro.

Los astrólogos saben una cosa: que todo es cíclico en la vida de los hombres y de la Humanidad. Y esos ciclos están vinculados al movimiento de los planetas, las constelaciones, y todo en el Universo. En nuestra vida existen ciclos claramente diferenciados que se repiten al tiempo de los planetas girando alrededor del sol. Qué ocurrirá dentro de cada ciclo podrá conocerse a través de la lectura de nuestras cartas progresadas.

¿Qué podemos ver en la carta llamada la Rueda de la Fortuna? Una rueda girando y tres personajes (que a veces pueden ser cuatro), pueden ser animales, personajes con rasgos animales y humanos, por eso están vestidos, a veces esfinges, etc., representando dos cosas, la evolución por un lado, y aquello que se definía por esta frase: “reinaré, reino, y he reinado”. Esta frase representa la subida, consolidación y caída de las grandes civilizaciones, reyes, etc. Un monarca podía encontrarse en cualquiera de estas posiciones: esperando reinar, reinando, o cayendo de su reinado. Tanto la subida, como la permanencia, como la caída, dependía de la Diosa Fortuna. Son los ciclos de la naturaleza a los que todos nos encontramos sometidos.

Cuando en una lectura aparece esta carta el destino estará dando un giro importante en la vida del consultante, tal vez para elevarlo, tal vez para tirarlo abajo de una posición que creía consolidada. De poco sirven los consejos psicológicos y el supuesto autoconocimiento si la suerte no te acompaña.

Me gusta verme como un meteorólogo de la suerte. Porque es lo que puede resultarle útil a las personas. Si la suerte le acompaña para alcanzar lo que busca, bien, es mejor saberlo antes, en caso contrario, puede resultar mejor esperar a que los astros se reposicionen o, descubrir en el mapa de la suerte las áreas dónde ésta se encuentra para mejor aprovecharla.

Poseemos libre albedrío, pero con éste no podemos vencer a la mala suerte. El libre albedrío nos permite elegir el mejor momento para actuar, y para no hacerlo cuando la suerte no nos acompaña. Pero es que esto hacemos con el clima, un agricultor sembrará en función de las estaciones, del estado de las tierras, de las precipitaciones esperadas, etc. El agricultor adecua su siembra, cuidado y cosecha, al clima y condiciones de la tierra. En la vida debemos hacer lo mismo con la suerte.

Los antiguos monarcas hacían uso de su libre albedrío para actuar en función de los consejos de los astrólogos. Si la Diosa Fortuna no apoyaba que una guerra se pudiera ganar, no se iba a ella.

Por este motivo defiendo el antiguo rol del lector de cartas como lector de la buena fortuna, y me opongo a los ejercicios narcisistas destinados a proporcionarle a los clientes aquello que tanto les gusta: que le cuenten cómo son.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La pirámide invertida

Miren qué fácil se leen los pips

Los Enamorados representan a los enamorados y no a la Elección

El miedo al movimiento

Cómo incluir a todas esas personas importantes de tu vida en un Gran Tablero

Futuro de Donald Trump

Entre el símbolo y la forma

¿Cuál es mi vocación?

¿Meta me expía?

¿Algún día la IA cobrará conciencia?