Por el mundo de los pips

Serravalle Sesia Tarot

El mundo del tarot de Marsella siempre ha sido complicado. Recuerdo a un administrador del foro de Aeclectic, lector del Marsella, que decía que cada vez que compraba un libro sobre el tarot de Marsella lo primero que hacía era ir a la sección de los arcanos menores para ver cómo resolvía el problema de éstos en su lectura. Rider no ofrece problema, basta con ver sus imágenes, pero cómo leer 5 palos cruzados o 7 copas. Ese es el gran problema a resolver cuando pretendemos leer con el tarot de Marsella. Cada autor que pretende ofrecer una solución, lo que ofrece es un sistema personal para leer los pips, porque no hay problema con la lectura de los mayores.

Jodorowsky ofreció un sistema basado en los 4 elementos y en la numerología. Tchalai Unger inició un estilo visual que continuó Enrique Enríquez, ambos evitando entrar en el campo de la numerología. Los tres cometieron errores, a mi juicio, que los seguidores de estos autores profundizaron.

Comencemos con Jodorowsky. Alejandro partió de la base, siguiendo a Paul Marteau, que el tarot de Marsella era hijo de la numerología. En realidad, cuando Paul Marteau creó su versión del Conver, partió de esta base e ilustró su mazo de forma tal que se ajustara a la numerología tal como él la entendía. Pocos advirtieron que, hizo algo parecido a lo que Waite hizo con su mazo, ilustrarlo a partir de un esquema de base. Claro, con el mazo de Waite es posible ignorar completamente las ideas de fondo y tomar su tarot como un conjunto de imágenes que contaban una historia. Cada palo representaba la evolución de un objeto, los mayores representaban la evolución del hombre desde una perspectiva muy particular, apoyándose en la Cábala y la astrología. Marianne Costa, la continuadora de Jodorowsky siempre nos recuerda que su mentor se basó en las ideas de Paul Marteau. ¿Dónde se equivocó Jodorowsky? Tal vez en lo mismo que Marteau, en la atribución de los 4 elementos a los palos y, en tratar de extender la numerología a todo el mazo, convirtiendo a la Luna en una expresión de la Justicia, porque en la decena ambas cartas comparten el número 8 o, en la Emperatriz en la Muerte, porque ambos participan del número 3. Con respecto a la atribución de elementos, convirtió al palo de espadas en el palo de la mente por su asociación con el elemento aire, despojando a las espadas de su esencia combativa. Una espada es un arma de combate y representa los conflictos armados de alguna manera, porque pueden herirte con ésta.

¿En qué se equivocó Tchalai Unger? Tratando de resolver el misterio de los pips, y de todo el tarot de Marsella, propuso abandonar todas las ideas previas y significados arbitrarios y, aprender a ver las cartas, mantra que se repite en el mundo del Marsella hasta el hartazgo. De principio innovador terminó en un cliché de tontos incapaces de pensar por sí mismos. Jodorowsky trató de encontrar la estructura de fondo del tarot, Tchalai Unger negó la existencia de la misma. Al menos sus seguidores así lo entendieron. He visto lecturas hechas sólo a partir de las ornamentaciones de los menores. Hay que recordar que Enríquez aconsejaba no prestarle atención a los nombres de los triunfos y estar atentos a las rimas visuales. Lo que pretendió hacer Jodorowsky era correcto, sólo que lo hizo mal por tratar de apegarse a las ideas de Paul Marteau. Pero Tchalai Unger y Enríquez fallaron por negar toda estructura y atenerse a lo que vieran, pero sin prestarle atención a las ideas que se encontraban detrás de cada carta. Aquí es donde el sistema por ellos propuesto fallaba.

Tomemos a los triunfos, y olvídense de la tontera del arcano sin nombre, porque si lo tiene y es la Muerte. Que en algún momento a alguien se le ocurriera quitárselo, no implica que deba seguirse esa regla. El tarot era un juego de mesa, no llegó a nosotros por medio de los extraterrestres o de sabios del pasado o del futuro, como Tchalai parecía creer. Cada triunfo representaba una idea reconocible en la época de su creación. Cada carta consistía en la representación de una idea de base. La justicia se ilustraba a partir de las idea de justicia que tenía el ilustrador de turno, igual el Emperador, la Muerte, el Mundo, la Estrella, etc. Esto es clave para entender al tarot, los triunfos constituyen la representación de ideas arquetípicas, no pueden entenderse a partir del análisis de sus componentes visuales, sino que éstos se encuentran subordinados a la idea que los anima. Marteau pudo haber cometido el mismo error, creó los triunfos a partir del modelo Conver y de la idea que los animaba, luego hizo el gambito de tratar de entender en su libro la idea de las cartas a partir de la numerología y de los elementos visuales particulares. Sería como si yo pintara un cuadro para ilustrar la idea del Honor, y luego analizara los elementos visuales de la pintura para descubrir que, entre todos representan la idea del Honor. Pienso que Marteau no era consciente de lo que hacía. Pero, tanto Tchalai Unger como Enríquez, al tratar de entender el tarot a partir de lo que veían, cometían este error. Cuando en una tirada aparece un triunfo, éste debe entenderse en primer lugar a partir de la idea que lo anima, luego se pueden emplear sus componentes visuales para leerlos individualmente en una lectura, pero sin olvidarse jamás de la idea de base. Tampoco se pueden leer los pips sin una idea que les dé coherencia simbólica. Un palo es una secuencia evolutiva, hay que entender la idea que lo anima, ésta comenzará en el As y culminará en el 10. Hay que entender en qué consiste un 4 de bastos, visualmente y dentro de la secuencia numérica, lo que no implica llegar a emplear la numerología. Un As comienza, un 10 termina, un 5 está a mitad de secuencia, ideas básicas que ayudarán a entender a los pips en una tirada. MIRAR las cartas como tonto sin entender las ideas que las alimentan, es en lo que ha degenerado la lectura del tarot de Marsella. Los componentes visuales de una carta deben leerse a partir de la idea que se encuentra detrás de éstos, no como un rompecabezas de partes a unir durante una lectura, porque de esta manera no habría forma de entender el comportamiento de las cartas durante las lecturas, pilar básico para tratar de comprender lo desconocido a partir de lo conocido. La idea del termómetro de Enríquez para los pips, puede tener algo de sentido con póker, pero no tanto con Marsella, ¿acaso los palos combativos son los fríos? No parece tener sentido.

(Modificaría el mantra de MIRAR MIRAR MIRAR por el de: Mira, Piensa y trata de Entender, partiendo de la base de que el tarot de Marsella es una totalidad orgánica, donde cada una de sus piezas adquiere sentido a partir de ésta totalidad. Jamás tomes las cartas en una tirada como piezas independientes, pues este es el error que cometen quieren enfatizan el MIRAR sin entender la totalidad orgánica del tarot.)

Comentarios

  1. Super interesante y completamente de acuerdo, en lo personal, Jodorowsky me desespera con tanto detallito inútil que no sabemos de dónde sale. Que autor serio me recomendaría leer ? Muchas gracias

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    Respuestas
    1. Hola. No conozco un sólo autor recomendable para leer Marsella. Podes probar con el de Yoav Ben-Dov o alguno de Enríquez. Son los más aceptables.

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