No necesitas de cartas aclaratorias mientras no te quedes corto al diseñar una tirada

Hoy uniré dos hilos de pensamientos qué, de alguna manera, están relacionados. El primero surge de un post de Paul H. Richard en un grupo de Lenormand sobre las cartas aclaratorias. Aproximadamente dice que las cartas aclaratorias son innecesarias y su empleo surge del nerviosismo por no entender lo que las cartas de una tirada nos comunican. Tiene toda la razón, cuando diseñamos una tirada hacemos algo así como un pacto con aquello que nos responde a través de los oráculos, no podemos comenzar a agregar cartas para aclarar puntos que nos resulten oscuros. Sí podemos realizar otras preguntas con sus respectivas tiradas, de cualquier manera, muchos habrán notado que al lanzar más cartas para aclarar la tirada o algún punto de la misma, las nuevas cartas repiten el mensaje anterior sin agregarle nada. Todo ocurre como si el oráculo contara sólo aquello que puede contar, por lo que intentar tirarle de la lengua no funciona. Igual lo hacemos, lanzamos cartas para aclarar alguna carta que no nos gusta. Debo confesar que, a pesar de obtener algo más de información, siento que el oráculo se resiste a comunicar cosas nuevas. Lo único que sí es válido con el tarot, es agregar cartas a los extremos de una línea cuando los personajes de los extremos miran hacia fuera, de esa manera nos enteramos hacia dónde miran, pero con la salvedad de que estas cartas indican sólo hacia dónde está orientado el personaje, qué lo motiva, hacia dónde se dirige, y no pasarán a formar parte de la línea original, que es la que realmente contiene la respuesta. Para más información puedes leer el artículo: Cuidado con las cartas que agregas ...

Pero aquí se agrega el segundo hilo de pensamientos. Hoy leí el último artículo de Camelia Elías que se llama "El reto de las tres cartas...". Una cosa es agregar cartas aclaratorias a una tirada y otra muy distinta quedarse corto con el número de éstas. El mismo Paul H. Richard en su grupo Lenormand critica una tirada de tres cartas sobre si una pareja iba a formalizar su relación, las dos primeras cartas contenían a los protagonistas (cartas 28 y 29) y la última creo que era el Sol, una buena carta pero que no respondía a la pregunta. Con sólo tres piezas de información no se podía obtener una respuesta cuando dos de las cartas mostraban a los protagonistas, se necesitaba un mínimo de cinco cartas para obtener una respuesta aceptable. Con Lenormand si empleamos sólo tres cartas obtendremos sólo tres piezas de información, por lo que nos podemos quedar cortos para obtener la respuesta buscada. ¿Por qué Camelia habla del reto de las tres cartas? Porque leer sólo tres cartas no es leer, porque pueden quedarse cortas para componer un mensaje complejo. Si no tenemos toda la información que necesitamos, tendremos que adivinar qué nos tratan de decir las cartas en lugar de leerlas. Esta crítica al empleo de sólo tres cartas en una lectura se extiende a todos aquellos que toman este sistema como el principal para sus lecturas. Cierto que algunos tarólogos agregan cartas a los extremos cuando los personajes miran hacia fuera, pero pienso que se pueden quedar cortos de información. Por ello Camelia habla del reto, porque si diseñaras correctamente la tirada en función de la cantidad de información que necesitas y de lo compleja de la situación, no te encontrarías nunca ante un “reto” porque dispondrás de las cartas suficientes para llevar a cabo la lectura. No hay mérito alguno en tratar de leer una tirada con tan pocas cartas que, en lugar de leerlas sólo te queda adivinar lo que tratan de comunicarte. Claro que puedes obtener infinidad de posibles lecturas, pero eso no es un mérito, eso es una deficiencia del método, porque si diseñas bien la tirada con el número suficiente de cartas, 10 cartománticos leerían lo mismo, pero con sólo tres cartas puede que no, porque no están leyendo, están tratando de adivinar qué dicen las cartas. Por ello las líneas más cortas que leo son de cinco cartas o leo tableros. Salvo que sienta que tres cartas bastan para la consulta que hago.

Con Lenormand hay quienes cuentan las cartas para obtener la carta invisible, pero ese sistema no funciona, aunque sus defensores digan que sí. Con tarot la cosa cambia debido a su base numerológica, sin embargo, tampoco confío en su empleo.

Primero, diseña tu tirada con el número suficiente de cartas para atender a la complejidad del asunto y del número de personas en juego, segundo, si te sientes atascado, observa las cartas hasta entenderlas, todo está ahí, sólo debes encontrarlo.

Lenormand Thelema

Veamos qué nos dice Lenormand. El Corazón habla de unidad en este caso y de intuición. Captar la verdad revelada por las cartas desde el corazón, confiar en que disponemos de la capacidad de comprensión suficiente como para entender el mensaje como lo revela la Llave. Esa confianza nos brindará la estabilidad, el estado de ánimo necesarios para realizar excelentes lecturas. Con un buen diseño de la tirada siempre llegaremos a buen puerto sin necesidad de enfrentar falsos retos.

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