I Ching y el sentido del tiempo

Una de las ideas básicas del I Ching expresa que lo único inmutable es el cambio. Todo está siempre en proceso de cambio, habrá periodos de estabilidad más o menos extensos, pero luego se dará algún cambio. Todo está en perpetuo cambio, que no quiere decir en perpetua evolución.

La segunda gran idea dice algo así: si actúas en función del tiempo te acompañará la fortuna, en caso contrario el infortunio. La Fortuna dependerá del actuar acorde con el tiempo de cada situación. Bueno, la ciencia dice lo mismo, los grandes adelantos tecnológicos se desarrollan a partir de las leyes con las que operan los distintos fenómenos. Para hacer que un avión que pesa más que el aire pueda volar se necesitó desarrollar el conocimiento de las leyes aerodinámicas.

Hay un dicho de la teoría del caos que dice: el aletear de una mariposa en New York puede provocar un tsunami en la China. Arquímedes dijo: dadme una palanca y un punto de apoyo y moveré el mundo.

Pero en la vida de todos los días nos encontramos con una diferencia cualitativa con respecto a los logros tecnológicos. Un dispositivo tecnológico cualquiera consiste de la construcción de un sistema con variables finitas, conocidas y manipulables. Si un móvil explota será por algún motivo, e indagando se encontrará qué provocó esa explosión, y se podrá emplear ese conocimiento para evitar que vuelva a ocurrir.

Claro, no siempre conocemos todas las variables en juego en los sistemas sobre los que actuamos, por ejemplo, en la medicina. Sabemos que un producto químico opera en el organismo de cierta manera, aunque no siempre cuál es el camino por el que opera. La consecuencia clara es que un medicamento que creemos está tratando una dolencia, luego de algunos años descubrimos que poseía efectos secundarios no deseados. Pero incorporaremos este saber para el futuro.

Pero la vida es más complicada, no sólo las variables son prácticamente infinitas y la mayoría desconocidas, hasta los sistemas intervinientes son desconocidos. Quiero sembrar papa para tener una buena cosecha y ganar mucho dinero, preveo todo lo que puedo prever: clima, estado de los terrenos, agroquímicos para las cosas que puedan presentarse, pero resulta que alguien importa una papa conteniendo un hongo para el que no estaba preparado y los cultivos nacionales terminan infectados.

Este es un ejemplo muy sencillo, en el mundo humano las variables son infinitas. Todos dependemos de todos, Pepito es un miembro importante para cierto proyecto, un día ve una película que le impacta y cambia de opinión y el proyecto muere. El simple cambio de opinión de alguien puede operar como el ejemplo de la mariposa y alterar completamente el curso de los acontecimientos. Y si el cambio de una persona es tan importante, ¿qué ocurrirá cuando muchos pueden cambiar en direcciones inesperadas?

Sin embargo, en el Universo humano no reina el caos, en el Universo entero no reina el caos. A pesar de que vivimos en sistemas con infinitas variables y cualquier cosa podría ocurrir, no pasa cualquier cosa, reina el orden antes que el caos. Hay un cierto orden, y si Pepito cambió de opinión a raíz de una película, ocurrió por algo, para que el orden se mantuviera. Lo que cambió en realidad ha sido ese orden. Las consecuencias del cambio de Pepito responden a un cambio que ya había comenzado a darse, y para poder darse Pepito debía ver esa película y cambiar de opinión. Para que algo significativo en tu vida se dé puede que debas estar justo en ese momento en un lugar donde no esperabas estar y, que por algún hecho fortuito terminaste encontrándote ahí.

No son los actos individuales de los protagonistas de las distintas situaciones las que generan los grandes cambios en el curso de los acontecimientos, son estos cambios que llevan de alguna manera a que esos actores realicen algún acto que precipite los nuevos acontecimientos.

Pepito no inició un nuevo curso de acontecimientos con un acto X, el nuevo curso de los acontecimientos llevó a Pepito a que hiciera X, posiblemente sin que él tuviera la mínima idea del porqué (un psicoanalista podría creer que el inconsciente conducía a Pepito). Pero es que lo vemos todos los días en nuestras vidas: los grandes cambios se nos dieron por algún incidente (favorable o desfavorable) que ni esperábamos que se diera. Por accidente un chico y una chica chocan al dar vuelta en una esquina y terminan casándose.

Existe un orden en nuestra vida que se encarga de manipular infinidad de variables para sostenerse y para cambiar cuando debe hacerlo, pero el cambio difícilmente se dé sin anunciarse de alguna manera.

Nuestro guion está escrito y se encargará de manejar millones de variables invisibles para llevarse adelante. Pero poseemos algo de libertad, la ciencia es un claro ejemplo de ello, hoy curamos enfermedades que siglos atrás mataban a millones de personas. Y hay cosas a nuestro alcance que perdemos como consecuencia de perseguir lo que no está a nuestro alcance o por actuar sin respetar el tiempo de las cosas.

Cuando, siguiendo los consejos del I Ching actuamos en función del tiempo de las cosas, todo aquello que está a nuestro alcance puede ser obtenido, si nos empecinamos en actuar en contra de ese tiempo, sólo tendremos frustración y sufrimiento.

¿Qué hace el I Ching? Como no podemos conocer la infinidad de variables que determinan nuestra vida, los oráculos pueden hacer otra cosa: acceder al plan que se está desarrollando. Cuando hablo del I Ching puedo extenderlo a todos los sistemas adivinatorios. Una mancia accede al guión/plan que se está desarrollando. No conocemos por qué muchas de esas cosas pasan o pasarán, pero sabremos qué pasará. Puede que mañana llueva y no tenga la mínima idea de qué lleva a que llueva, infinidad de variables lo determinarán, pero no importa si sé que lloverá tomaré las precauciones necesarias.

Cuando se analiza el progreso de una situación los propios actores no pueden prever qué harán. Una pareja se lleva perfecto, y un hecho insignificante generar una pelea que lleva a la separación unos meses después. Pero es que hasta es tema de novela, ¿Cuántos argumentos terriblemente complejos se dispararon por un hecho insignificante que como bola de nieve creció hasta provocar algo de magnitud inesperada?

¿Cuántas de nuestras grandes tragedias nacieron de un acontecimiento insignificante e inesperado que comenzó a progresar, y que cada intento por desactivarlo sólo lo incrementaba? ¿Cuántos procesos terriblemente dolorosos se deben a un hecho insignificante que desencadenó un curso de acontecimientos y donde mientras más luchábamos por frenarlos más lo intensificábamos?

Todo esto es cierto también para los procesos favorables: un hecho insignificante desencadenó un proceso que culminó en el éxito.

Los sistemas adivinatorios captan la dirección de estos guiones, al hacerlo nos permiten actuar según la dirección de los mismos. Este es otro motivo por el que el análisis para descubrir las variables de una situación, proceso que se conoce como autoconocimiento, tiene poco valor. Por qué no dejo de pelear con Pedro es intrascendente y saberlo no hará que deje de hacerlo. En cambio, saber cómo se desarrollará la relación sí es importante, porque si capto el sentido del tiempo de la misma, podré actuar en consecuencia. En caso de que nuestra relación siga en la misma dirección, lo dejo de lado y sigo mi camino solo, pero si se va a dar un cambio (cosa que a veces ocurre) dejo de preguntarme sobre el por qué discutimos y aprovecho el curso de los nuevos acontecimientos.

Muchas veces ocurre esto: SE DA UN CAMBIO Y NADIE SABE POR QUÉ. Claro, los que quieren comprenderlo todo se enfrascan en análisis interminables en lugar de aprovechar el cambio y nada más.

Creo que el psicoanálisis, entre muchas otras cosas, falla precisamente por esa pulsión inagotable por tratar de entenderlo todo, aún cuando sea imposible por desconocer las variables en juego.

Te llevas mal con alguien y de repente a partir de cierto momento comienzas a llevarte bien o, te llevas bien con alguien y a partir de cierto momento no puedes dejar de llevarte mal. Y no puedes entenderlo porque lo que provoca ese cambio no es accesible a ti y punto. Pero que no puedas acceder a los porqué de las cosas, no implica que no puedas acceder al plan del desarrollo de las mismas.

Este es otro de los motivos por el que considero que no se debe hacer terapia con la cartomancia, porque no tiene valor. Sólo tiene valor actuar en función del sentido del tiempo. La fortuna te acompañará si lo haces, en caso contrario no. Y si la fortuna no te acompaña, puede que no sea porque hagas algo mal, sino porque así se están dando las cosas en ese momento y deberás aguantarte.

La biblia taoísta se conoce como el Tao Te King. Te se traduce como virtud pero también representa un poder mágico que se obtiene cuando se actúa en función del Tao. Cuando actúas en función del sentido del tiempo de las cosas, es cuando mejor podrá irte. Actuar a destiempo genera infortunio.

Claro, a veces el infortunio será tu destino y nada lo podrá cambiar, pero eso es otro tema.

Un conquistador conquista mucho territorio y cada batalla es ganada, pero a partir de cierto momento le cambia la suerte y ya no gana las batallas, tal vez en lugar de insistir por continuar en una dirección que el tiempo le ha vedado, sea mejor que trate de mantener lo que tiene a salvo y punto.