Las cartas de la corte representan personas

Resulta frecuente que quienes están aprendiendo cometan el error de leer las cartas de la corte como situaciones en lugar de personas porque no saben cómo identificarlas en una tirada. Los que menos saben ni siquiera reconocen a los propios consultantes en éstas.

Voy a colocar un ejemplo. Hace uno o dos años, había por los grupos de Marsella una instructora de este mazo cuyas enseñanzas se basaban en el libro de Jodorowsky. Pero, curiosamente, exponía muchas tiradas personales con el argumento de falta de objetividad por este motivo. Si alguien no puede leerse a sí mismo no sabe leer las cartas, porque aprendemos para leernos a nosotros mismos y luego a otros. 

En una de esas tiradas preguntaba por qué su actual novio se mostraba molesto con ella, lanzó una línea de cinco cartas, aparecía ella, él, y otro hombre. Para cualquiera que supiera lo mínimo sobre la lectura del tarot vería que la molestia del novio era por la presencia del otro hombre, se lo mencioné, y juró que no había otro hombre. Le insistí, le pedí que pensara, y nada. Mirando las cartas me doy cuenta de que podría ser el padre de su hijo. Tenía un hijo de pocos años con otro hombre y mantenía el trato con él por el hijo. Se lo menciono y ahí despierta, se da cuenta que la presencia del padre de su hijo le molesta al actual novio. Hace una larga exclamación por no haberse dado cuenta que había otro hombre y que era su ex. 

La cosa es que, este es el motivo por el que tantos evitan leer las cartas de la corte como personas debido a que los consultantes pueden negarlo, no por mala fe, sino porque no se dan cuenta. Entonces, resulta más fácil en convertir todo en estados internos incontrastables para nunca fallar. Pero no, no se debe proceder así, no se puede confiar en lo que nos digan los consultantes, debemos confiar en nosotros y nuestras capacidades y en las cartas.