¿El autoconocimiento sirve para algo?

En el mercadillo de lo espiritual uno de los productos estrella que está a la venta es el del “autoconocimiento”, autoconocimiento que no pasa de una lista de autodescripciones, muchas veces empoderadoras para que la gente pueda elevarse sobre los demás, porque en eso consiste la idea del empoderamiento. Se dice: no te preocupes por lo que otros piensen de ti, sé tú mismo e ignorarlos, al final triunfaras. Verdaderamente desconfío del valor del autoconocimiento, particularmente de todo lo que se vende en este mercadillo de la espiritualidad y la autosuperación. Es que sólo nos conocemos actuando, según cómo nos salgan las cosas construiremos una representación más o menos correcta de nosotros mismos. Se le dice a la gente “confía en ti mismo”. Posiblemente sea uno de los consejos más inútiles que puedan darse, la confianza es resultado de cómo nos va en la vida, no podemos crearla de la nada. Por ejemplo, un deportista deja de competir por un tiempo, no sabe cómo se encuentra hasta que compita, ahí descubrirá si se encuentra en buen estado o no, en caso de encontrarse en buen estado su confianza se elevará y funcionará aún mejor, si no juega bien su confianza puede caer y le costará recuperarse para competir en buen nivel. Pero la confianza siempre será un resultado, no una causa. Es cierto que hay personas que pueden poseer una opinión equivocada de sí mismos, muchas personas exitosas sienten que son un fraude, que no merecen la consideración que reciben. O, al revés, personas que se creen más de lo que pueden ofrecer. Una cosa es clara, las expresiones de ánimo no funcionan, tranquilizan a quien las da, porque no sabe qué hacer ante alguien con la moral por el piso. Posiblemente uno de los peores y más idiota de los consejos que puedan darse sea el de “sé tú mismo”, porque si necesita algún consejo es porque las cosas no le van bien y la causa es la de ser él mismo. Si quieres triunfar en un deporte y eres un haragán, debes dejar de ser haragán y ponerte las pilas. La gente que está siempre en problemas lo está por ser ellos mismos en lugar de ser mejores y corregir los comportamientos erróneos. Pero volviendo a la pregunta inicial, ¿el autoconocimiento sirve para algo? 

Salieron esas cinco cartas de mi oráculo y acotaron qué tipo de autoconocimiento parece ser valioso. La primera carta representaría originalmente a un ladrón, pero en esta tirada las cartas se autodefinieron de forma de poder responder a la pregunta. Veamos, el sujeto inicial tiene el rostro cubierto, como el ladrón, trata de ocultarse y ocultar sus intenciones, intenciones que no son muy buenas, de ahí que las nubes contribuyan a cubrir y oscurecer su comportamiento social, idea que obtengo del espejo roto. Un espejo permite vernos como nos ven otros. Nos acicalamos frente al espejo porque sabemos que, así como nos veamos así nos verán. Pero si el espejo está roto, no podemos vernos como nos ven otros, tremenda desgracia y, muchas de las cargas con las que deben lidiar las personas son esas, no saber cómo los ven los demás. Carl Rogers, viejo psicólogo estadounidense que desarrolló el enfoque del tratamiento psicoterapéutico centrado en el cliente, consideraba que, buena parte de los problemas de las personas cursaban porque la imagen que tenían de sí mismos no concordaba con la que tenían los demás sobre ellos. Buena parte de la terapia consiste en corregir este sesgo de manera que el cliente logre verse tal como lo ven los demás. Y esa es la Llave de la solución o respuesta a la pregunta. Sí, el autoconocimiento que pasa porque una persona se vea tal como la ven los demás, es la clave/llave para solucionar muchos de sus problemas. Ese autoconocimiento sí funciona, no el listado de autodescripciones con la que casi todos cargan y, que poco tienen que ver con la realidad, pues no pasan de simples reestructuraciones o explicaciones del por qué no son los reyes del mundo. 

La llave espeja al problema, la máscara que oculta las verdaderas intenciones de las personas y el desconocimiento de cómo son vistas. El espejo roto al medio refuerza la idea de la imposibilidad real para muchas personas de lograr verse como son vistas. Y, nuestra verdad descansa en los demás, porque, así como nos ven, así somos, por más que queramos negarlo. Y olvídate de esa frase “sé tú mismo” y trata de ser mejor. Por dentro todos nos sentimos unas excelentes personas, nos queremos mucho, pero verifica que no tengas roto el espejo del baño. Ahora recuerdo otra frase del mismo estilo “quiérete, amate mucho y los demás te amarán por añadidura”.  Que te amen no dependerá de que tú te quieras o no, dependerá de muchas otras cosas, sobre algunas puedes tener control si las mejoras, sobre otras no. Acabo de recordar otra frase del mismo estilo “mira hacia adentro y te encontrarás”. ¿Habrá una máquina de creación de frases taradas que las propaga viralmente?

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