¿Leemos esas cartas que saltan mientras las barajamos?

Hoy una amiga me cuenta algo alarmada que vio un video donde una tarotista decía que no leía las cartas que le saltaban mientras las estaba barajando. El motivo, ninguno, simplemente que a ella no le interesaba leerlas, respetando que otros sí lo hicieran, es más, durante el video le saltó una y dijo que esa carta simplemente no le decía nada.

¿Puede ser que algo ocurra sin tener un sentido? No, pero un hecho cualquiera implica una interpretación de la realidad y de recortar un trozo de ella como significativa, convirtiéndose así en un hecho para nosotros. Nuestros órganos sensoriales nos muestran sólo las cosas con sentido para nosotros, y durante el proceso de evaluación del sentido se produce una interpretación inconsciente. ¿Por qué nos damos cuenta de una carta tirada en la calle y no de otras tantas cosas con las que nos cruzamos? Porque las cartas tienen sentido para nosotros, pertenecen a nuestro orden simbólico.

Posiblemente todo aquello con los que nos tropezamos tenga algún sentido para nosotros, pero no necesariamente sea importante. Para que algo verdaderamente tenga sentido deben ocurrir una de dos cosas: la primera que nos impacte de alguna manera, la segunda que insista. Personas a las que les he contado que leo en todo lo que me ocurre se han comunicado conmigo algo asustados porque se encontraron durante el día con dos personas con el mismo nombre o, que encontraron en la calle un zapato viejo que parecía mirarlos. Cuando un psicoanalista presta su escucha a las asociaciones libres de su cliente, no le presta la misma atención a todo, porque enloquecería, cuando algo importante emerge en el discurso de su paciente se dará cuenta. Lo mismo nos ocurre a nosotros, si tomáramos todo lo que percibimos como un mensaje para nosotros enloqueceríamos, debemos ser capaces de reconocer cuando el sentido de algo constituye un mensaje real que debemos considerar y cuando es ruido de fondo, por más sentido que tenga, porque lo tendrá. Si me encuentro hoy con dos personas con el mismo nombre llamará mi atención pero no gastaré mis energías tratando de descifrar el mensaje, porque aunque muchas cosas resultan importantes para nosotros, algunas lo son más, y por ello debemos enfocarnos en lo que verdaderamente nos interesa. Una vez conté que durante un cierto lapso de tiempo me encontraba pájaros muertos por la calle, la frecuencia con las que me los encontré sí podía ser una señal de alarma, al toque creí entender qué me querían decir, pero no me interesó profundizar demasiado. Sí le presto atención a los bloqueos, cuando me propongo hacer algo y comienzo a encontrar obstáculos que me salen al paso, esos sí me hacen sospechar que voy por mal camino y reconsidero lo que trato de hacer. También es cierto que la experiencia que tengo con las artes adivinatorias me permite leer en piloto automático sin prestarle demasiada atención a las cosas que me rodean, y cuando sospecho algún peligro, consulto con las cartas.

Así fue como entendí lo que la tarotista estaba expresando y que muchos ignoran cuando leen las cartas saltarinas. Para explicarme mejor, contaré qué me ocurre cuando me encuentro cartas tiradas en la calle, no las leo, y cuando lo he hecho no han parecido tener un sentido real con lo que me pudiera estar ocurriendo. El fenómeno era equivalente a encontrarme un papel con una palabra escrita, que en la mayoría de los casos no contiene un mensaje real para quienes lo encontramos. Y existe un motivo para ello: no he codificado que encontrarme una carta en la calle o un papel con algo escrito, como conteniendo un mensaje para mí.

A la chica del video no le decía nada la carta que le saltó, porque no ha codificado que las cartas saltarinas contengan un mensaje a tener en cuenta. Quienes sí las leen, lo han codificado así porque creen que constituyen un mensaje a tener en cuenta. Si yo creyera que una carta tirada en la calle contiene un mensaje para mí, entonces encontrarme con una o varias sí lo tendrían. Hay que tener cuidado con la codificación inconsciente de las cosas que nos ocurren.

La chica del video prefería tener bajo control el proceso de lectura y estar segura de que las cartas que salieran en una tirada contenían un mensaje claro para ella y no arriesgarse a tomar por valioso algo que ocurriera fuera de su control. No está equivocada, yo mantengo una actitud intermedia, tomo de forma global las cartas que saltan, veo si dicen algo con sentido con respecto a la consulta, pero la atención siempre se encontrará en las cartas que selecciono para la lectura. Todo dependerá del número de cartas que salten, porque una cosa es que salten una o dos y otra muy distinta que se caigan 14 al piso. Pero todo dependerá de la codificación y de lo que se defina hacer con estas cartas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La pirámide invertida

Miren qué fácil se leen los pips

Los Enamorados representan a los enamorados y no a la Elección

El miedo al movimiento

Cómo incluir a todas esas personas importantes de tu vida en un Gran Tablero

Futuro de Donald Trump

Entre el símbolo y la forma

¿Cuál es mi vocación?

¿Meta me expía?

¿Algún día la IA cobrará conciencia?