La energía de una carta

CBD Marsella

El primer oráculo que empleé fue el I Ching y con el paso del tiempo descubrí que podía experimentar en mi cuerpo la imagen de los hexagramas que aparecían en la consulta, cuando una línea mutaba la sentía en el cuerpo a la altura de la línea, tomando como referencia que la primera línea representaba mis pies y la última la cabeza. Era como si me convirtiera en el hexagrama y éste presionara dentro de mí para la ejecución de ciertos comportamientos acordes al mismo. Con el paso del tiempo me enteré que los viejos lectores del I Ching, tanto en China como Japón, podían sentir en sus cuerpos los hexagramas ante ciertas preguntas sin necesidad de emplear el oráculo físico. Yo no llegué a tanto, pero sí es cierto que a veces podía sentir el hexagrama que saldría ante una pregunta sobre mí, pero supongo que se debía a que sabía lo que me iba a ocurrir. Cuando arribe al tarot me ocurrió lo mismo, supongo que los arquetipos representados en las cartas se activaban durante la lectura. Si me salía un Rey de oros, me sentía como uno y la energía del mismo me empujaba a actuar como él. Los astrólogos son capaces de sentir la energía de los distintos planetas y signos en su cuerpo, así como la de los aspectos, lo que les permite comprender todos estos símbolos. Cuando escriben sobre Marte, cuentan lo que sienten cuando encarnan la energía de ese planeta. Cuando leen una carta natal experimentan en su cuerpo la energía de cada elemento simbólico, de alguna manera encarnan la energía de la carta y durante el proceso se convierten en el consultante, así es como la leen, dejando que la presión de estas energías se exprese a través de ellos elaborando una historia. Se convierten en un canal a través del cual la energía de la carta se expresa.

Por este motivo, cuando se enfatiza en el proceso de MIRAR las cartas para comprenderlas, siento que dejan de lado algo infinitamente más importante, aquello que SIENTES al verla. ¿Qué sientes cuando ves a un Caballero de bastos? ¿No te genera algo de ansiedad, nerviosismo? ¿Qué sientes al ver el As de bastos? ¿Y cuando ves al 2 de bastos?

Cuando debo resolver un problema ¿qué hago? A veces saco una runa. Pensarán que lo hago para que me diga qué hacer. Sí, por ese motivo y por otro aún más importante: porque encarno esa energía y me empuja en la dirección necesaria para resolver el problema. Además, al representar energías muy básicas y primordiales, resulta más fácil encarnar su energía y canalizarla. Cuando le preguntas a un oráculo qué hacer, la respuesta racional que obtienes no es lo más importante, lo más importante es que se genera una presión simbólica en tu interior que precipita comportamientos acordes a ésta, y así puedes resolver el problema. Es cierto que a veces encarno energías de Marte muy intensas y que debo contenerlas para no matar a nadie, pero no importa, porque al contenerlas se expresaran de forma más sutil. Pero lo importante es que toda energía que nos invada deberá ser expresada en actos acordes a ella, y este es un poder a tener en cuenta. También es cierto que cuando contienes una energía, ésta deberá realizarse de alguna manera y es cuando ocurren fenómenos sincronísticos, a veces a tu favor. Cuando el I Ching te recomienda no ceder a cierta energía que se está manifestando, es por dos motivos, porque aún no es el momento y porque al hacerlo generas Te, un poder mágico que se manifiesta a tu favor provocando cosas. La esencia del Wu Wei taoísta consiste en NO HACER para convertir esa energía que se va acumulando en Te, una fuerza mágica que puedes canalizar a tu voluntad.

Sabrán que hay oráculos de animales, supongan que obtienen como respuesta a lo que deben hacer en una situación al León. Si el oráculo les ha dado esta imagen, quiere decir que dispondrán de su energía para afrontar la situación. En mi caso, cuando aparece el León debo contener su energía, pero sé que deberé hacerme valer e imponerme de alguna manera, pero cuidando de no excederme con esta energía para evitar las consecuencias. Supongan que la imagen que obtienen es la de una Paloma. La Paloma no tiene mucho poder, no parece que con esta energía se pueda hacer mucho, así que puede resultar conveniente achicarse y pasar desapercibidos hasta que la situación evolucione. Claro, pueden preguntarse qué puede hacer una Paloma en esta situación, y esas respuestas los guiarán. A veces no podemos hacer nada, y en estos casos lo mejor es no hacer nada para no empeorar las cosas. Pero descubrirán que se sienten como una paloma.

Cuando leemos las cartas SENTIMOS lo que cada una nos provoca, sentimiento que se fue construyendo a lo largo del tiempo con el comportamiento de las mismas. El 4 de espadas Marsella puede provocarnos una sensación de aprisionamiento, de no poder hacer nada, de espera, pero de una espera activa porque la planta en su interior sigue desarrollándose hasta que en el 5 de espadas podrá convertirse en la quinta espada del medio que sí genera alguna acción. Con el 4 de espadas sentimos que no podemos actuar en el exterior, sólo en lo interior, pero con el 5 de espadas sentimos que debemos actuar de alguna manera, tal vez cortando lazos con alguien.

He contado en un artículo anterior que en una lectura y en función de una pregunta, SENTÍ al 10 de bastos Marsella como mucha madera al comienzo y luego como una enorme puerta, sensación que resultó cierta en la lectura. Claro, esa sensación fue precipitada por el conjunto de cartas que acompañaban al 10 de bastos. En otra ocasión el 8 de espadas Marsella se me apareció como un refrigerador, pero porque estaba preguntando sobre uno, al ver la carta sentí el frío que emanaba de ella y que también se concentraba en su interior.

Muchas veces se habla de cartas pasivas y cartas activas. Con las primeras siento que no se puede actuar, que la situación reclama una espera activa, con las segundas se actuará, a veces hasta en contra de nuestra voluntad, porque la energía de la carta nos empuja a ello.

En este punto alguien puede estar pensando que puede obtener la energía que quiera eligiendo la carta que represente la energía que están buscando. No, eso no funciona, de la misma manera que las frases de autoafirmación no funcionan. No va a comenzar a llover porque salga a la calle con un paraguas abierto. Y esto es lo que creen los amantes de esas frases con alguna afirmación que tantos perfiles de facebook adornan. Cuando lanzas las cartas entras en contacto con energías reales que están presentes en la situación consultada, y pones al consultante en contacto con éstas al mencionarlas, luego él podrá encauzarlas en una dirección u otra, dependendiendo, además, de cómo el lector de cartas haya construido su interpretación. La experiencia del cartomántico no nacerá tanto de la lectura sino de cómo haya vivido la energía de sus cartas. Hoy tenemos astrólogos que enseñan a sobrellevar un tránsito tenso, esto lo aprendieron enfrentando ellos ese tránsito en varias oportunidades y encontrando una solución a los mismos. A nosotros nos ocurre lo mismo con las cartas, al comienzo cuando debimos enfrentarnos con las cartas más maléficas, sufrimos mucho, hasta que aprendimos a tratar con ellas y a sobrellevarlas de la mejor manera posible. Es más, puede que hasta hayamos aprendido a convertir una energía negativa en una positiva transmutándola.

Pero lo importante a tener en cuenta es que SENTIMOS una carta a través de los comportamientos que nos empuja a expresar. Sentimos que nos presiona para hacer ciertas cosas o protegernos. Esos comportamientos que comienzan a activarse en nosotros son los que nos llevan a captar la energía de la carta y a llevar a cabo la lectura.

Leemos desde nuestra experiencia con las cartas, y su energía se expresa a través de los comportamientos que nos sentimos presionados a llevar a cabo. Cuando veo una Reina de espadas siento que debo salir corriendo, cuando veo una Reina de copas siento que debo acercarme a ella, si veo una Torre siento que debo andar con mucho cuidado porque pronto recibiré un fuerte golpe del destino, si veo un 9 de oros sé que escribiré un artículo muy extenso, de esos que pocos se atreven a leer.