El Loco es un loco, no un bohemio

Tarot de Marsella Piatnik

Hay gente que ama la locura, le encanta el arquetipo de la persona que actúa sin mucha conciencia de lo que hace, que vive el momento sin pensar en el mañana. El Loco de Waite es un bohemio que anda por el mundo despreocupado, tan despreocupado que no se fija donde apoya el pie o si tiene un barranco frente a él. Simplemente camina siguiendo sus impulsos en una especie de éxtasis místico, despreocupado de todo. Pero el Loco de los tarots antiguos, como los de Marsella, no representan a un bohemio, representan a un verdadero Loco, perseguido por un perro o animal que le muerde los genitales. Claramente se ve un vínculo entre la locura y la sexualidad, pero por sobre todo, está representada la locura. He visto locos por la calle, generalmente son mendigos, gente con graves trastornos mentales, que pueden hablar solos, y no pocas veces los he visto acompañados por perros. Tal vez porque el único amigo que puede tener un loco sea un perro.

Universal Waite

Camelia Elias ha escrito un artículo hace poco: THE FOOL AS IDIOT. Donde desarrolla algunas ideas que vengo defendiendo desde hace mucho tiempo, especialmente contra los que tienen una concepción de la locura análoga a la de Waite que lo ven como a un Hippie. El Loco es un loco, no un bohemio. Es una persona sin rumbo, porque para tener un rumbo hay que disponer de la capacidad para pensar y para controlar los impulsos. El Loco no controla sus impulsos, no va hacia algún lugar, escapa de algún lugar intolerable para él. Es más, ¿acaso ustedes han visto alguna vez a un loco feliz? La locura es una enfermedad, es uno de los trastornos más terribles porque involucra a la personalidad total, y una persona enloquece cuando le ocurre algo tan terrible que resulta expulsado de su mundo. Camelia se enfoca en un tipo de loco, el idiota. El idiota es un tipo de loco pero de menor gravedad. Trump es un idiota y en las tiradas con el tarot muchas veces aparece como el Loco, así que Camelia acierta, pero yo voy aún más lejos. Un idiota tiene control sobre sus impulsos y puede elegir algún rumbo, el problema es que por ser idiota la mayoría de las veces se equivoca. Además, el idiota no experimenta angustia ni ansiedad, al igual que el Loco de Waite, pero en la locura se dan niveles de angustia y ansiedad muy elevados, de ahí a que cuando aparece esta carta la persona representada se encuentra escapando de una situación intolerable. Pero es que precisamente los marginados de la sociedad, esos que están tirados en la calle durmiendo sobre un pedazo de plástico, cuyas únicas pertenencias son las que llevan consigo, muchas veces acompañados por uno o más perros, no son felices, se han escapado del mundo y sufren terriblemente. Claro, sí pueden experimentar algo de alivio por haberse quitado de encima responsabilidades que ya no podían soportar, pero se quedaron sin mundo, sin casa, sin trabajo, sin pertenencias, sin amigos. El Loco está solo, porque la gente escapa de los locos. Es más, les temen.

Recuerden esto: EL LOCO NO VA HACIA ALGÚN LUGAR, ESCAPA DE ALGÚN LUGAR, QUE SE HA VUELTO INTOLERABLE PARA ÉL.

Es más, hasta podría ser que el Loco de Waite vaya despreocupado y feliz hacia el precipicio debido a que al dar ese paso por fin logra escapar del mundo, ya que este es el propósito de la locura.