Analizando los sueños

Marsella Oscuro

Hace un par de días me dio por volver a analizar mis sueños. Es una práctica muy saludable para encontrarnos y entrar en contacto con las partes más profundas de nuestro ser, que por oscuras no son menos importantes, sino todo lo contrario.

El método que empleo es muy sencillo e intuitivo, es más, para analizar los sueños no se necesitan métodos porque espontáneamente sabemos como leerlos, pero la socialización y el desprestigio que los sueños tienen en nuestra época ha hecho que olvidemos su lenguaje. Sin embargo, resulta muy fácil recuperarlo. Si alguien les cuenta un sueño y simplemente le preguntan qué piensan en torno a éste, verán todo lo que pueden decir. La mayoría de las personas ignoran que pueden leer directamente sus sueños sin mayores problemas.

Yo generalmente luego de escribir lo que recuerdo de éstos, comienzo a escribir las ideas que me llegan directamente de las distintas partes del mismo. Poco a poco las asociaciones de ideas se decantan por una dirección y comienzo a tener una idea de aquello de lo que hablan.

Pero en estos dos últimos días ocurrió algo que me llamó la atención. Comencé como lo hacía antiguamente escribiendo los sueños y luego las ideas que me llegaban de estos, pero al poco de escribir entendía el sueño en su totalidad. El mensaje de los sueños se me aparecía inmediatamente sin necesidad de muchas asociaciones. Cada elemento del sueño cobraba sentido como en un rompecabezas. Pienso que el adiestramiento en la lectura de cartas ha sido el desencadenante de este cambio. Si alguna vez tuve dudas acerca de si los sueños constituyen mensajes claros acerca de nuestra vida, en estos días confirmé que sí, que los sueños son mensajes de alguna parte profunda de nuestro ser. Pero también ocurren otras cosas durante el soñar, es como si ejercitáramos las destrezas necesarias para resolver nuestros problemas en vigilia. Por este motivo creo que la psicoterapia que no los toma en cuenta puede estar evitando la solución real de los problemas. El comportamiento puede ser corregido, algo que hago mal puedo hacerlo bien, pero ese nivel del comportamiento es algo superficial, la vida a veces no llega hasta ahí. Durante el sueño entramos en contacto con sentimientos perdidos hace mucho tiempo, y con nuestras potencialidades dormidas.

Algunas personas cuentan que la vida les ha abandonado, que dejaron de sentir. El cerebro parece funcionarles bien, son perfectamente lógicos, entienden racionalmente las cosas, pero no son capaces de sentir la vida. Esa vida que creen haber perdido para siempre, esos sentimientos intensos, aún están ahí, en los sueños, y pueden recuperarlos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La pirámide invertida

Miren qué fácil se leen los pips

Los Enamorados representan a los enamorados y no a la Elección

El miedo al movimiento

Cómo incluir a todas esas personas importantes de tu vida en un Gran Tablero

Entre el símbolo y la forma

Futuro de Donald Trump

¿Cuál es mi vocación?

¿Meta me expía?

¿Algún día la IA cobrará conciencia?