El fin de la infancia

Este escrito nace de algunas de mis conocidas preocupaciones filosóficas. Una de ellas pasa por la naturaleza del hombre y su eterna lucha entre el bien y el mal. Si el hombre sigue por el camino que ha seguido hasta ahora, nos espera una extinción inminente. El gran problema a resolver y al que he dedicado tantos años de mi vida podría describirse en estas interrogantes: ¿por qué el mal y no el bien? ¿por qué la gente cede a la tentación? Lo que conduce a lo que algún filósofo llamó “la sociedad de la desconfianza”. ¿Conocen el famoso dilema del prisionero? Creo que era algo así: detienen a dos amigos que nada tienen que ver con un delito, los separan y a cada uno les ofrecen un trato. Si no confiesan serán ambos condenados a un cierto número de años de prisión, pero al primero que confiese le darán sólo la mitad de la pena, mientras que al otro la condena entera. Ambos podrían declararse inocentes e ir a juicio y tal vez no ser condenados, pero si lo fueran deberían cumpl...